Industrias T.TAiO lanza borla compostable

En México el principal uso de los bioplásticos está en empaques, aunque cada vez hay más esfuerzos por crear nuevas aplicaciones. Una de esas innovaciones es la de Industrias T.TAiO que está por lanzar una borla o esponja de baño hecha de bioplástico compostable.

En su historia, la compañía mexicana tiene el ADN de la innovación. En 1985, cuando el terremoto del 19 de septiembre destruyó sus instalaciones de fabricación de ropa, con lo poco que pudieron rescatar decidieron innovar entrando al mercado de la higiene personal con esponjas de baño.

Casi cuatro décadas después, tiene seis fábricas y más de 600 trabajadores. Manejan 700 SKU en diversas líneas de negocio que comprenden 15 marcas y abarcan higiene infantil, limpieza del hogar y del auto, almohadas y colchones, y cuidado personal masculino y femenino. Exporta 30% de su producción a Estados Unidos, Europa, Medio Oriente y Centroamérica.

Y también desde sus inicios se ha preocupado por entender la demanda de los consumidores para darles los productos que necesitan, incluyendo productos más sustentables fabricados de manera responsable con el medio ambiente.

“Con la responsabilidad que tenemos de ser fabricantes, buscamos una forma de no nada más reducir nuestro impacto sobre la naturaleza y los productos que fabricamos, sino también dentro de la propia fabricación de la empresa tratar de utilizar energía renovable y de ser mucho más eficientes”, explica en entrevista Emilio Smeke, CMO de la compañía y responsable de Desarrollo de Nuevos Productos.

Una de sus innovaciones más sonadas, sin duda, ha sido el Esponjabón, una esponja de baño con jabón integrado que se volvió viral en redes sociales y ameritó, incluso, que surgieran copias pirata. Ahora, la nueva borla será su primer producto 100% compostable que se comercializará y la primera en esta categoría de mercado.

Para este desarrollo tuvieron como aliada a ISOI, distribuidora de bioplásticos en México, que comercializa la resina compostable de la australiana Cardia Bioplastics, hecha a base de almidón de maíz. Una vez que se integraron ambos equipos, el proyecto avanzó rápidamente, así que desde el concepto y la validación, les llevó aproximadamente un mes tener el producto.

“Este proyecto nos sacó de la categoría (de empaque) donde ya traíamos mucho trabajo, pero justo es el reto que nuestro equipo necesitaba. Y creo que también es un reto que los materiales compostables necesitan para demostrar que no todo son plásticos de un solo uso o empaques de alimentos”, destaca Esteban Guzmán, CEO de ISOI y directivo de la AMB.

Para este desarrollo, uno de los retos fue que al tratarse de una materia prima compostable es importante no modificarla para no afectar su compostabilidad. ISOI ya tenía experiencia previa con el uso de la bioresina en procesos parecidos a los que se necesitan para fabricar la borla y el resto lo hizo el equipo de manufactura de Industrias T.TAiO.

La temperatura y la velocidad son dos factores clave. El procesamiento de materiales compostables debe ser a temperaturas más bajas y al principio la productividad de la máquina pasa por una curva de aprendizaje para poder entender cómo se comporta el material. Al final, la colaboración entre ambos equipos dio resultados positivos.

“Este es un claro ejemplo de los excelentes resultados que las buenas alianzas que trascienden proveedor-cliente, la calidad de producto y los resultados que puede dar. Creo que es una innovación en todo sentido, innovación del lado del producto, de marketing, de producción, y se da cuando se alinea toda la cadena”, asegura Esteban Guzmán.

La nueva borla compostable no requirió inversión en nuevos equipos, sólo se hicieron los ajustes necesarios. Como parte del proyecto y del lanzamiento se capacitó al personal de diversas áreas, no sólo de Producción, también de Ventas, Compras y hasta la Gerencia. Esto para que todos entiendan los beneficios y sean capaces de comunicarlo al consumidor.

“Es responsabilidad de nosotros el poner en las manos de los consumidores, productos que tengan estas características (…) Con esto podemos ser la punta de lanza para poder, no nada más ser innovadores, sino también poder inspirar a otras empresas a seguir este camino”, dice Emilio Smeke.